Lucía, aprendiz de perrita policía
A Lucía le atraía mucho la labor de la unidad de la policía canina pero no podía imaginarse que formaría parte de ella.
Julia siempre veía por la ventana de su casa, con curiosidad, cómo los nacionales pasaban por las mañanas con los perros policía para comprobar que no había coches bomba aparcados delante del ministerio. Aun a pesar de lo rutinario de esa acción y de que apenas había ya peligro de ningún tipo de atentado a Julia le encantaban aquellos animales que arriba y abajo husmeaban por todos los rincones de la calle en busca de algún dispositivo.
Un día en el que Julia ya había salido de casa y se iba a trabaja...