Recordando viejos tiempos 2
Continuación
- Esto es una locura, no puede ser.
Y sin más me agarró y nos empezamos a comer la boca, notaba sus brazos fuertes rodeándome y sobándome el culo, de repente me di cuenta de la locura, estaba en la puerta de mi casa enrollándome con un tío que no era mi marido. Le separé y le dije: vamos
En el ascensor, estuvimos todo el trayecto sobándonos y besándonos, y se intuía algo bueno debajo de esos pantalones, llegamos a mi casa, y más relajados, me dijo:
- Anda que no me he ima...