Soy yo, tu vecina
Ojalá tú leas esto...
¿Te acordarás de mí?
Muchas veces cuando salía o entraba de casa, estabas sentado en el banco de la entrada, y me clavabas los ojos al pasar. Qué mirada de guarro que tenías. Qué sonrisa pervertida.
Me hacías poner incómoda, pero mucho más era lo que me ponías cachonda, ¿sabías? ¡Te dedicaba pajas y todo! Tantas pajas, te dediqué...
Quizá algo sabías, porque un día cuando volví del colegio a comer a casa,
subiste conmigo en el ascensor y me miraste ya con descaro. Y al rato, cuando b...