Soy yo, tu vecina

Ojalá tú leas esto...

¿Te acordarás de mí?

Muchas veces cuando salía o entraba de casa, estabas sentado en el banco de la entrada, y me clavabas los ojos al pasar. Qué mirada de guarro que tenías. Qué sonrisa pervertida.

Me hacías poner incómoda, pero mucho más era lo que me ponías cachonda, ¿sabías? ¡Te dedicaba pajas y todo! Tantas pajas, te dediqué...

Quizá algo sabías, porque un día cuando volví del colegio a comer a casa,

subiste conmigo en el ascensor y me miraste ya con descaro. Y al rato, cuando b...

Los peligros de usar un jean ajustado

Sigo contando mis experiencias (reales) de prostituta

A mis quedadas siempre voy en leggins. Es lo más cómodo, para que me lo podáis bajar enseguida.

Pero una vez, vaya a saber por qué, se me ocurrió ir de tejanos. No fue buena idea: además de la incomodidad, me rompieron la puta cremallera (sois un poco bestias, pollas, pero os quiero).

Cuestión que ese día, no sé si el calor o qué, pero salí un poco mareada, y en vez de coger el bus decidí caminar un poco.

Y en el camino, no podía parar de pensar... Creo que fue mi segunda o tercera quedada...

Así empezó todo

Juro por mi coño que todo lo que cuento es la más pura verdad, y podréis venir y comprobarlo cuando queráis.

Desde niña (desde tan pequeña que no pongo la edad por vergüenza) que me pajeo pensando las cosas más guarras y sucias que podáis imaginar. Siempre situaciones en las que soy abusada, sometida y degradada .

Por ejemplo, una de mis pajas era ir a un cine X, llena de tíos depravados que al verme se me echaban encima y me hacían de todo. De todo .

Otra recurrente era, por supuesto, la de prostituirme . Ser una sucia puta barata.

Cuál habrá sido mi sorpresa cuando una vez, ...