Sorpresa en la oficina
Una chica caliente quiere sorprender a su chico
Era un día gris y lluvioso, no se veía a nadie por la calle y yo estaba aburrida en casa.
Decidí que quería sorprender a mi chico, así que me puse unas braguitas y un sujetador
negro de encaje preciosos y muy sugerentes, me coloqué el abrigo largo, me enfundé un
unos taconazos negros de vértigo y salí rumbo a la oficina.
Ni siquiera sentía el frío de lo cachonda que estaba simplemente pensando en lo que iba
a suceder en unos minutos, cuando llegué, fui directa a su despacho y t...