Inflexión anal.
Aquél fin de semana iba a suponer un punto de inflexión en su jodida vida.
“Yo no soy gay” se decía, pero siempre le habían provocado un gran morbo las chicas – ¡con sorpresa entre las piernas! – y por timidez o falta de sinceridad, nunca se atrevió a decírselo a Jana, su novia. Así, lo que aconteció aquel finde -a partir de ahora WE- supuso un antes y un después, un punto de inflexión en sus relaciones y, lo más importante, ¡en su jodida vida!
Jana había quedado en salir todo el finde -¡WE!- de despedida de solteros y luego de boda con sus amigas y amigos, y no volvería has...