La trampa
Un expresidiario es culpado de un robo por su jefe al que admira. El desenlace...léelo y disfruta.
LA TRAMPA
-El Sr. Swartz te quiere ver
-¿No te ha dicho el motivo?
-No, pero parecía muy enfadado, sube ahora mismo.
Hans Swartz, director de la empresa en la que trabajaba desde hacía un par de meses, era un sesentón afable y grandullón que había dado la cara por mí cuando salí de la cárcel, jamás le había visto enfadado y siempre tenía unas palabras de aliento en mis primeros pasos como mozo de almacén. ¿Qué mosca le habría picado para encararse conmigo?
Miré el reloj, fa...