Mi complaciente amante (III)

Dos compañeros de trabajo se desean sin atreverse a dar el primer paso, después de darlo uno de ellos, el sexo está asegurado.

Llevábamos tres semanas conviviendo juntos, Elena dejo su piso de alquiler y vino a vivir a mi casa. Habían sido tres semanas locas, de lujuria constante, no parábamos de follar en cualquier momento y situación, yo daba gracias por haber encontrado a esta pedazo de hembra, una mujer con letras mayúsculas, era insaciable, y a mí, de momento no me importaba, es más, estaba en la gloria (como la mayoría de hombres comprenderá).

Estando cenando el jueves, desnudos como siempre, pues en cuanto entráb...

Mi complaciente amante (II)

Dos compañeros de trabajo se desean sin atreverse a dar el primer paso, después de darlo uno de ellos, el sexo está asegurado.

El domingo después de cenar, la acompañé hasta el trabajo a recoger su coche, la seguí hasta su casa y después de un polvo rápido volví a la mía. A la mañana siguiente en el trabajo no parábamos de mirarnos y hacernos gestos, cuidando de que no se nos notara demasiado. A media mañana, me llega una llamada de teléfono interna, era Elena, quería hablar conmigo, parecía asustada y nerviosa. Nos encontramos en el cuarto de relax, al pasar por delante de Verónica, esta me echó una mirada profunda de arriba...

Mi complaciente amante

Dos compañeros de trabajo se desean sin atreverse a dar el primer paso, después de darlo uno de ellos, el sexo está asegurado.

Todo empezó en la oficina donde trabajamos, me llamo Alex y mi complaciente amante, Elena. Es morena, no muy alta, ojos negros como el azabache, cuando los miro siento que me pierdo en ellos, son grandes y de mirada muy intensa, como con profundidad, cuando me mira más de un segundo noto como que pierdo el sentido y el concepto del tiempo, mi polla se endurece inmediatamente como si hubiera sido activada por un resorte. Tiene unos pechos grandes y bien proporcionados, muy redondos y con unos pezones o...