Un Club Nocturno Llamado Deseo
Mi figura contoneándose tras el cansancio de un día arduo de trabajo, con la ilusión de encontrar un lavabo descente desencaderaron el despertar de mi Ego ninfómano...
Hacía frío y todo estaba oscuro, mis pezones empezaban a incorporarse y sentía como mi coleta rozaba en uno de ellos, la calle era estrecha, mis pasos empezaban ya a flaquear y los hombres mi silbaban y reían, tenia ganas de ir al lavabo, no aguantaba más, todos los establecimientos comerciales a esa hora estaban cerrados menos uno y en éste empieza mi historia.
Me acerco a la barra y un hombre mugriento se acerca, ¿Qué tenemos aquí? Y todas las miradas de camioneros obesos, mujeres desagradables...