Menudas tetas, más aventuras en el pueblo.
La profe inocente vuelve a ponerse en problemas por culpa de sus enormes melones. Pero esta vez descubrirá aspectos de su personalidad que no concia hasta ahora...
Una jornada más en el colegio estaba por comenzar, Mónica se arreglaba en casa, como siempre eligiendo la ropa que mejor le disimulase su abultado busto.
Una vez lista se subió a su bici y se dirigió hacia el colegio, trayecto en el que sabía que algún piropo o mirada descarada iba a recibir, pero no sería nada nuevo para ella.
Ya en la escuela recibió una llamada de Álvaro, el director.
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Mónica por favor, pasa por mi despacho cuando puedas, tengo un tema que comentarte, gracia...