Humedad
Recuerdo el tacto que tenía tu lengua cuando me chupabas los dedos. Me duele el clítoris, la vagina al recordarlo. Tu lengua húmeda, en tu boca húmeda, como mi coño. Tus suspiros, tu respiración entrecortada. Tu blanda, suave lengua.
Recuerdo el tacto que tenía tu lengua cuando me chupabas los dedos. Me duele el clítoris, la vagina al recordarlo. Tu lengua húmeda, en tu boca húmeda, como mi coño. Tus suspiros, tu respiración entrecortada. Tu blanda, suave lengua. Habíamos tomado un café, y, como si nada, me invitaste a tu casa. Yo te seguí. Con la excusa de otro café terminamos en el sofá, hablándonos hasta que no quisimos disimular más.
Cuando me lo permitía mi propio placer abría los ojos y te miraba chuparme. A veces con la boc...