De cómo una película condicionó mi vida entera (9)

Prometí que empezaría la parte más "cruda" de mi historia, y pensaba que este relato sería bastante más largo que los otros, pero me está resultando tan "costoso" desde el punto de vista emocional ponerla por escrito, que he decidido, poner de momento lo que tengo escrito hasta ahora.

Sofocamos una risa nerviosa. Su pito no está todavía totalmente tieso y él sigue insistiendo con dedicación. Hay momentos en que aquello me parece un ejercicio gimnástico, ya que a veces rota la cabeza en círculo como si hiciera un ejercicio cervical y sacude los hombros como para soltar la musculatura. Eso sí, sin apartar nunca las manos de sus partes. Le miro al rostro; quiero adivinar lo que pasa por su cabeza: a pesar de lo que he vivido estos últimos días, es todavía un acto extraño en cierto modo, alg...

De cómo una película condicionó mi vida entera (8)

Con este capítulo termina la parte más "suave" de mi historia.

Hoy nos hemos levantado bastante tarde. El calor es infernal y la madre de mi amigo nos ha prohibido salir de momento por miedo a que cojamos una insolación. Jugamos en el patio con el perro y después con una baraja que nos ha buscado la tía de mi amigo; le damos unas patadas al balón, pero el calor es excesivo hasta para nosotros. No sé lo que hace el padre de mi amigo, pero entra y sale de la casa continuamente, dirigiéndonos de vez en cuando una sonrisa. La hora de la comida llega enseguida; a mí me da p...

De cómo una película cambió mi vida entera (7)

Continúo adquiriendo nuevas experiencias en el pueblo de mi amigo, con sus amigos y más...

Se nota que el rubio se siente muy seguro de lo que va a mostrar. Está de pié, con sonrisa de suficiencia, mientras los demás parecen amilanarse y se encogen más en sus asientos. Él abandona de pronto su bragueta. “Todos de pié delante de mí”. Divertidos, nos ponemos en formación como soldados ante su sargento. “Haced todos lo que yo”. Se descalza y nos descalzamos. Se quita el pantalón y nos lo quitamos. Risas sofocadas. Se quita el calzoncillo y se tapa los genitales con la mano. Hacemos lo mismo, tapándo...

De cómo una película condicionó mi vida entera (6)

Continúa

Por fin llega mi padre y sube a ducharse, pero no me atrevo a poner en práctica el plan de mi amigo. Después de cenar, mi amigo se marcha. Mi padre ha hablado con los de mi amigo y le parece bien que vaya a su pueblo unos días. Recibo la noticia con entusiasmo.

Los días siguientes pasan sin pena ni gloria. Mis abuelos han llegado y me voy con ellos a su casa, en San Juan, por unos días. Lo paso bien: tengo algunos amigos allí que me hacen olvidar momentáneamente las experiencias de días pasados. Mi pa...

De cómo una película condicionó mi vida entera (5)

Más

La comida resulta muy entretenida. Están muy alegres porque es el primer día de vacaciones del padre. Siento cierta envidia de mi amigo, aunque reconozco que yo no me puedo quejar de mi padre y mis abuelos. Me informan de que en dos días se marcharán al pueblo a pasar dos semanas y me invitan a ir con ellos unos días. “Está muy cerca y puedes coger el coche de línea; se tarda poco más de una hora”. Mi amigo insiste entusiasmado. “No lo sé, mis abuelos llegan mañana y supongo que me iré con ellos como el año...

De cómo una película condicionó mi vida entera (4)

Continúa mi confesión

Mientras nos vestimos, miramos fijamente hacia las manchas de la alfombra, que resultan muy evidentes sobre el color beige del estampado. “¿Qué hacemos?”. “Yo no sé como limpiarla. Dejaremos que se seque y ya está”. “Si tu padre se da cuenta le podemos decir que metimos a mi perro y se meó”. “Buena idea”.

Saco la película del vídeo, de nuevo sin darme cuenta de rebobinarla, y la escondo en su sitio.

Mi amigo y yo salimos con el balón al patio y damos unas patadas. En esos momentos no pensábamos...

De cómo una película condicionó mi vida entera (3)

Continúo desvelando mi mayor secreto

La noche fue horrible. Un cúmulo de imágines de la película se agolpaban en mis sueños, mezcladas con otras visiones de horribles monstruos con enormes penes que nos atacaban a mí y a mi amigo desde el televisor. Los monjes se me aparecían con el rostro de mi padre que me reñía cruelmente por haber husmeado donde no debía, mientras su pito, de proporciones descomunales, oscilaba delante de mi rostro. La pesadilla termina cuando siento en mi mejilla el beso que mi padre me da todas las mañanas antes de march...

De cómo una película condicionó mi vida entera (2)

Continúo confesando el secreto mejor guardado de mi vida.

Volvimos a mi casa después de comer. Puse otra vez la película.

El monje mayor seguía empujando su pene en el ano del joven con mayor violencia cada vez. El joven se agarraba con fuerza a la manta. Aquello no terminaba nunca.

“Esto es un rollo, pásalo”. El ver cómo lo hacían a velocidad aumentada nos hizo reír a carcajadas. Empecé a darle para atrás y para adelante. No podíamos aguantarnos de la risa. “¡Para, por favor, que me va a doler la barriga de la risa!” Dejé la película a ritmo normal. N...

De cómo una película condicionó mi vida entera (1)

Una película pornográfica encontrada en un cajón de mi padre condicionó toda mi vida y, en cierto modo, me arrebató la niñez.

¿Lo cuento o no lo cuento? ¿Se lo creerán o no? Deamasiado tiempo callándolo, demasiado tiempo no enfrentando mi hsitoria.

Finales de los 70 en Alicante ciudad. Era muy joven, tan joven que el sexo no me interesaba nada... Vacaciones de verano. Solo en casa y muy aburrido. Invito a un vecino, amigo de mi misma edad (quizás, un año mayor). Rebuscamos en los cajones de mi padre para encontrar su cigarrillos y encontramos una película de vídeo, sin caja, sin etiqueta.

"¿La ponemos? Seguro que es de...