Mi papá
Un inusitado sueño erótico me mantuvo inquieta toda la noche.
Dormí mal. Un inusitado sueño erótico me mantuvo inquieta toda la noche. No llegué a masturbarme, pero mi entrepierna estaba mojada cuando desperté. Era temprano. Me revolví en la cama un tanto perezosa, todavía inquieta. Mis pezones estaban duros y mi aliento caliente.
Estaba sorprendida; no era habitual que tuviera ese tipo de sueños e inquietudes. No soy mojigata; por el contrario, soy partidaria de la libre práctica de la sexualidad sin tener reticencias en torno a las supuestas aberraciones...