Escenario
Una observadora, una atada, un escenario. Sexo, drogas y BDSM.
El pintillo entre sus labios volvió a brillar, quemando hierba y papel. El espeso humo salió de su boca y cigarrillo volvió a descansar sobre el cenicero junto a su encendedor. Sus brazos descansaron sobre el espaldar de tres plazas de color rojo en el que se encontraba. Las luces de neón blancas en el techo hacían que su pálida piel, cubierta únicamente por la fina tela de una camisa de seda negra manga larga totalmente desabotonada, brillará. Descruzó sus piernas y se inclinó hacia delante, entrelazando l...