Mi tio y maestro (III)
Un muchacho, iniciado en el sexo por su tío, tiene ahora la oportunidad de probar las excelencias de su propio padre.
Después de recibir varios correos queriendo saber más cosas sobre la historia de mis primeras experiencias en el terreno del sexo, por fin me he decidido a contar lo que pasó con mi padre, que por otra parte nunca ha llegado a saber que la persona que me enseñó casi todo del sexo fue su propio hermano, es decir mi tío.
Mi padre, al igual que mi tío, es bastante grande, mide 194 y gracias a muchos años de deporte continuo, tiene un cuerpo que es la envidia de muchos hombres más jóvenes que él; y...