Confesiones de una señora casada
Una mujer rondando los cincuenta tiene una inesperada experiencia maravillosa durante un verano
Creo que lo mejor es empezar describiéndome y contar mi situación.
Me llamo mari Carmen, tengo 49 años y los ojos castaños claros. Soy una mujer del montón, pecosa, con poco pecho,
gordita y con el culo grande. Nada especial.
El verano pasado me sucedió algo que nunca olvidaré, que necesito contar.
Para mí no es nada sucio,
pero entiendo que haya quien no lo comprenda. Solamente diré que no lo busqué. Llevo casada veinte años, y mi marido y somos felices.
Tenemos un...