Regreso a Casa (4)
Después de un año fuera, hay cosas que siguen igual y otras que han cambiado por completo.
Empezaba a hacer amago de irse. Le cogí el brazo.
- ¿Te puedo pedir un último favor?
Estela pareció recelar.
- Claro se pasó un mechón de pelo por detrás de la oreja y se inclinó hacia delante, estudiándome con atención. Me mordí el labio inferior.
- ¿Puedo me interrumpí, me costaba pronunciar las palabras-, puedo verte desnuda una vez más?
Ella me miró a los ojos. El silencio cayó entre nosotras como una losa, el tiempo marcado por el segundero de un reloj de ubicación indeterminad...