Día a Día II
El día anterior de trabajo había sido una locura, un hombre se dispuso a calentar mi día, parecía convencido de lo que quería y yo estaba dispuesta a jugar con él, mi fiera solo acababa de comenzar a despertar.
Desperté a la mañana siguiente algo confusa, el día anterior había sido algo extraño, un hombre salido de la nada había pretendido embaucarme con su sex appeal, con el claro objetivo de poder poseerme. Sinceramente y a pesar de mis respuestas hacía él me había gustado su forma de comportarse y cuando llegué a casa después de una jornada de trabajo intensa no pude evitar tocarme salvajemente, el ambiente del día y el alcohol me hizo caer en la más deliciosa de las tentaciones.
A pesar de todo, me había...