La vida es increíble (5)

Quinta parte de la historia entre Jose y Andrea.

Los besos son profundos, calientes.

La ropa está tirada por toda la habitación y ellas, en la cama.

Entrelazadas, Jose le muerde el cuello a la otra, mientras su mano, entre los muslos, la acaricia, pasando de lento a rápido en segundos.

Variando el ritmo, haciéndola suspirar, gemir, gritar. Quiere que llegue al orgasmo ya, quiere sentirse poderosa, controlar algo en su vida.

La imagen de su hermano besando a Andrea vuelve a su mente.

  • ¡Dios! –exclama Vic, llegando por fin...

La vida es increíble (4)

Cuarte parte de la historia de Jose y Andrea

Andrea vuelve a beber un sorbo de lo que sea que lleve dentro ese vaso de tubo que David les ha dado desde el otro lado de la barra, mientras observa a toda esa gente bailando en una semi-oscuridad que debe de provocar más de un pisotón, y que da intimidad a los que la quieren, pero ilumina a los que quieren llamar la atención.

  • ¿Qué tal? –le pregunta Jose, acercándose a su oído, aproximándose a ella más cerca de lo que necesitaría para que la otra chica le oiga.

Pero quiere provocarla, a...

La vida es increíble (3)

Tercera parte de esta historia, a ver si os gusta, y perdón por la tardanza...

Para mi peque, mi "Natalia", mi mayor distracción.

Andrea:

Baja la mirada a su libro cuando ve que Jose se vuelve a mirarla.

¡Dios! ¿Por qué la han puesto juntas para ese trabajo?

  • ¿Pasa algo? –pregunta Jose.

Ella niega con la cabeza.

  • No, nada. Sólo pensaba en cómo estructurar el trabajo –responde, por decir algo, mirándola.

Jose sonríe, y Andrea vuelve a bajar la mirada, esperando que la otra chica no se haya dado cuenta del enrojecimiento en sus mejillas.

...

El autobús de las 8:24

Beth jamás pensó que su vida cambiaría tanto por subirse, como otro día cualquiera, al autobús de las 8:24

El frío viento azota las pocas partes de su cuerpo dejadas a la intemperie.

¿Quién habría supuesto que las temperaturas iban a bajar tanto de un día para otro? Si lo hubiese sabido, se hubiese puesto más capas que una cebolla.

No le gusta el frío.

Mira el reloj, son las 8:22, faltan dos minutos para ver aparecer el autobús de las 8:24 por la esquina de esa calle.

Decidiendo que la canción que suena en su mp3 no es adecuado para ese momento, se arriesga a sacar sus manos enguanta...

La vida es increíble (2)

Segunda parte de la historia de Jose y Andrea. Cena y... mejor léanlo

Este relato es, obviamente, ficción. Siendo una segunda parte de una primera parte de ficción, no iba a ser basado en algo real, ¿no?

Jose:

Agarra el vaso de tubo de la barra y bebe un sorbo.

  • ¿Y cuando abrís? –preguntó.

El chico al otro lado de la barra la mira y sonríe.

  • Ya te lo he dicho, a las once.

  • ¿Y no me das invitación? –dice, haciéndose la ofendida – ¿a mí? ¿a tu hermana del alma?

El chico se ríe.

  • Va, venga. Pero es invitación doble, ¿a quién...

La vida es increíble (1)

Primera parte de lo que espero sea una historia que os guste. Historia de Andrea, Jose y unas cuantas mesas y sillas...

ATENCIÓN: En este relato aparece una chica llamada Leticia y no, repito, NO tiene nada que ver conmigo. Como todo en este relato, es fruto de mi imaginación.

Gracias,

Leti

Andrea:

El despertador suena.

La dormida mano lo apaga y la chica se levanta. Mientras se lava la cara, despejando la bruma de Morfeo que aún vela ligeramente sus ojos, Andrea sonríe. El primer día del resto de su vida comienza en ese momento, el primer día de su último año de curso.

No tarda nada...

Como siempre

A veces, las cosas parecen no cambiar...

Esta historia es ficción, todo parecido con la realidad es pura ficción… o eso dicen.

La chica de la parada se ajusta la gorra para que el viento, tirando a vendaval, no decida llevársela. Saca su iPod del bolsillo, dispuesta a cambiar de canción, cuando ve como el autobús tuerce la esquina, acercándose a la marquesina, como todas las mañanas a la misma hora.

Y, como siempre, la joven deja pasar a la señora de turno, saluda al conductor mientras hace uso de su billete, y se dirige a su siti...

La pequeña espía

Con sólo levantar la mirada puedo verla observar la pantalla de su ordenador.

Esta historia es ficción, y cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia. Lo juro.

Con sólo levantar la mirada puedo verla observar la pantalla de su ordenador. Sin embargo, debo tener cuidado, si la miro mucho no podré entregar a tiempo ese informe que me han mandado revisar y duplicar. La verdad es que no me importa que ella me pille mirándola; pero no quiero que nadie más lo sepa.

Observo como se pone un mechón rebelde tras su oreja y deseo haberlo hecho yo y poder acariciar...

Todavía recuerdo nuestra primera vez juntas

Segunda parte de Todavía recuerdo la primera vez que la ví.

Esta es la continuación de "Todavía recuerdo la primera vez que la ví", por eso aconsejo que os leáis la primera parte para que os enteréis un poco más de todo.

En abril fue la Semana de las Artes (y todas sus consecuencias entre Lauri y yo, mencionadas anteriormente)

En mayo, en nuestro primer mes, la invité a una cena romántica en un restaurante del centro donde nos intercambiamos los regalos. Ella me regaló una pulserita plateada, muy fina, que ella llevaba siempre, y yo le di el vestid...

Todavía recuerdo la primera vez que la ví

Todavía recuerdo la primera vez que la vi.Han pasado ya dos años de ello, pero lo sigo recordando como si fuera ayer.

Han pasado ya dos años de ello, pero lo sigo recordando como si fuera ayer.

Yo… estábamos en el colegio, en el teatro de la escuela. Era la semana de las Artes, una semana en la que los distintos grupos de teatro del colegio, uno enorme (éramos alrededor de cien alumnos por curso), presentábamos las obras que, durante un año, habíamos estado preparando.

Faltaban unos treinta minutos para que estrenáramos la nuestra. Intentando calmar mis nervios, salí fuera buscando aire, aún con el peligr...