En el campo de mijo

La violación de una joven, madre campesina, una tarde de verano...

El parto había sido difícil para un cuerpecillo fino como el suyo. Era de cadera estrecha, pecho plano, la criatura casi murió asfixiada entre aquellos muslos de carne magra. Después le subió la leche y aquellas pequeños pingajos de carne empezaron a abultar bajo la blusa, y ella disfrutaba en secreto el tacto de los labios húmedos del niño contra su piel. Una rara compensación por todo el sufrimiento de aquel parto interminable.

Meter a la criatura en sus entrañas no había sido desagradable, cl...

El sótano

El peligro de la muerte excita deseos inconfesables.

El bombardeo se intensificó; ahora los cimientos temblaron, chirriaron las paredes, y desde el otro lado del tragaluz roto llegaron los fogonazos, las vaharadas de polvo y el aullido de las sirenas. La ciudad se caía a trozos y el edificio también.

El contable ya no soportó más, ni el calor, ni el polvo, ni el hambre, ni esos aullidos horribles que anunciaban el final. Se tiró contra la puerta y arañó los bultos de la barricada, las sillas, las cajas de ladrillo roto, salió al mundo exterior y s...