Cami, el amigo adolescente de mi hija - Parte II
Sus labios eran tan suaves, sus gemidos aunque silenciosos me erizaban la piel, al acariciar sus muslos pude sentir el delicado cuerpo de Cami estremecerse entre mis brazos.
Los labios de Cami eran suaves, sus gemidos aunque silenciosos me erizaban la piel, mis manos aplastando sus muslos suben hasta acariciar sus caderas para poder apretar ese culito perfectamente trabajado.
Aprieto fuerte la colita de Cami con mis dos manos siempre atrayendolo a mi. Las manos de Cami no pierden el tiempo mientras lograr recorrer mis 20cm de verga sobre mi boxer negro, el nene sonríe mientras busca mis labios.
- Es grande - lo escucho susurrar mientras sube buscando mis labios y en...