Vino. 9

La encontré con la cara metida bajo el chorro de agua fría como si quisiera ahogarse. Julia cerro el grifo y la retiro suavemente.

La encontré con la cara metida bajo el chorro de agua fría como si quisiera ahogarse. Julia cerro el grifo y la retiro suavemente. Empezó a interrogarla mientras le secaba el rostro con un pañuelo de papel: -¡Quien es ese tipo? ¿Y por que te comportas así? Cualquiera diría que has visto un fantasma.- Clara se tomo su tiempo para recuperar el aliento y el animo para contestar.

  • Algo así. Tienes sentado a tu mesa a mi único novio. Y no me alegra verlo precisamente. Siempre que se entera de que estoy aquí...

Vino. 8

Si tenemos aquí a la tía más guapa de toda la comarca,- seguido por su amigo, que colocó las copas en la mesa y las llenó de la misma actitud descarada.

Si tenemos aquí a la tía más guapa de toda la comarca,- seguido por su amigo, que colocó las copas en la mesa y las llenó de la misma actitud descarada. Parecían haber planeado cuidadosamente su estrategia cuando estaban en la barra, aunque Julia intuía que la idea provenía del primer sujeto ya que parecía conocer a Clara de una forma aparentemente más íntima: - Espero que no

les importe que nos hayamos sentado, pero no hay ninguna mesa libre en el local. Así mi amigo no se sentirá tan solo.- El tipo ca...

Vino. 7

Habían distribuido el espacio ingeniosamente, separando cada mesa por unas finas paredes que no llegaban al techo de bloques de cal, suficiente para ofrecer cierta intimidad sin llegar a resultar agobiantes.

Habían distribuido el espacio ingeniosamente, separando cada mesa por unas finas paredes que no llegaban al techo de bloques de cal, suficiente para ofrecer cierta intimidad sin llegar a resultar agobiantes. Escogieron una mesa al lado de una ventana y, aunque ya se había puesto el sol, sí que se podía observar el mar y el rastro que dibujaba el reflejo de la luna. Julia deci

dió darle un tiempo a Clara para no atosigarla y dedicó un buen rato a elegir un vino de la zona, ya que ella nunca se había cons...

Vino. 6

- No estoy hastiada de ellos, me he acostado con unos cuantos y aún lo hago.- Julia decidió quemar su último cartucho, resignada, para demostrarle que se empecinaba en defender una mentira.

  • No estoy hastiada de ellos, me he acostado con unos cuantos y aún lo hago.- Julia decidió quemar su último cartucho, resignada, para demostrarle que se empecinaba en defender una mentira. Se acercó decidida pero con delicadeza, apartando el pelo de su nuca y agarrándola suavemente pero con la firmeza suficiente para que no pudiera esquivar el beso. La reacción de Clara fue

completamente diferente, no demostró desagrado ni una leve intención por rehuirla, correspondiéndola y aceptando el beso como si h...

Vino. 5

Julia se aventuró a sacarla de su ensimismamiento con una nueva pregunta: -¿No tienes intención de volver algún día?- Clara permaneció pensativa durante unos segundos más, como si meditara la respuesta realmente. - Tal vez cuando decida casarme.

Julia se aventuró a sacarla de su ensimismamiento con una nueva pregunta: -¿No tienes intención de volver algún día?- Clara permaneció pensativa durante unos segundos más, como si meditara la respuesta realmente. - Tal vez cuando decida casarme.- Julia no pudo evitar soltar una carcajada que probablemente despertaría a todos los cangrejos de la zona obligándolos a asomarse pa

ra comprobar de donde provenía aquel alboroto, alegrándole la existencia a los pájaros que dormitaban en sus nidos.- ¿Por qué te...

Vino. 4

- Puedes pedirle ayuda económica a tu padre.- Clara sonrió con la mirada baja, para sí misma, como si le hubiera venido a la mente un secreto que nadie más conocía.

  • Puedes pedirle ayuda económica a tu padre.- Clara sonrió con la mirada baja, para sí misma, como si le hubiera venido a la mente un secreto que nadie más conocía. - Mi padre no es tan generoso con su dinero. Además sus inquietudes no son precisamente culturales. Digamos que prefiere invertir en habanos. Una botella de vino casi vacía junto al ambiente que comenzaba a calde

arse y enrarecerse por la cantidad de gente fueron suficiente motivación para decidir dar un paseo hasta la costa a tomar el aire...

Vino. 3

Clara fue la más valiente de las dos y probó el vino primero. La contracción de todos los músculos de su rostro fue prueba suficiente de la calidad de aquel vino:

Clara fue la más valiente de las dos y probó el vino primero. La contracción de todos los músculos de su rostro fue prueba suficiente de la calidad de aquel vino: Se ha enfriado.- Julia se llevó el vaso hasta los labios, lógicamente en un guachinche el vino se servía en vasos de duralex de los que normalmente se usan para los barraquitos, y su rostro adoptó una forma similar a

la de su acompañante: Sí, creo que ha conocido días mejores. Pero, no puedo despreciarlo porque dejaría de comprarle vino a mi p...

Vino. 2

Julia comenzó a desmotivarse, ese año ni siquiera había habido percances jocosos, ningún tropezón, ninguna caída de árbol, así que decidió alejarse hacia algún lugar fresco, descontaminado y solitario.

Julia comenzó a desmotivarse, ese año ni siquiera había habido percances jocosos, ningún tropezón, ninguna caída de árbol, así que decidió alejarse hacia algún lugar fresco, descontaminado y solitario. Caminó entre los árboles con la esperanza remota aún de oír algún alboroto que delatara una caída, pero solo vislumbró a lo lejos a Clara que parecía estar leyendo, delatada po

r la posición de su cabeza, apaciblemente debajo de un manzano. Se acercó despacio intentando no sobresaltarla, tarea imposible....

Vino.

Allí estaba, la vendimia había llegado al fin con los albores del otoño.

Allí estaba, la vendimia había llegado al fin con los albores del otoño. Todos se afanaban por terminar la dura jornada de trabajo que había comenzado al amanecer para evitar los rigores del sol y el calor, cortando racimos, probando uvas y separando las que irían directas al lagar de las que se servirían como postre. A pesar de ser una actividad mecánica, si bien salpicada d

e notas de humor, comentarios y chismorreos, constituía el momento más interesante de la época ya que era difícil encontrar una r...

Todo por una película homosexual 6

— ¿Quién? —pregunté, pues no tenía la costumbre de abrir las puertas así por así.

— ¿Quién? —pregunté, pues no tenía la costumbre de abrir las puertas así por así.

No me contestaron. Me pareció extraño. Había creído que era Erick pero enseguida noté mi error. — ¿Quién? —pregunté nuevamente pero con más brusquedad. — ¿Asia? Soy yo, tu padre.

El corazón casi se me detuvo. Comencé a temblar, a dudar, y de lo único que estuve segura en ese mom

ento, es que no estaba lista para enfrentar todo aquello. —Buenos días, papá —saludé al abrir la puerta. Lo noté nervioso, pero se...