Madre mia, inconcebible
Lo increible fue el desenlaze, que falta de sexo tenia mi madre.
Nunca me había imaginado acudir a una cita a ciegas y menos pagándome una mujer.
Eran los años noventa y pico yo estudiaba en formación profesional, empezaba mis pinitos por Internet, descubrí una pagina de contactos, movido por la curiosidad y por el propio deseo entre en ella.
Llegue a realizar un contacto con una mujer de 54 años, la engañe un poco para que accediera al contacto, tras varios mensajes le propuse una cita en un conocido hotel de la ciudad, me llevo lo suyo convencerla par...