El ancho de un hilo

La distancia entre la cordura y el precipio del amor no es más que un hilo

La diferencia entre dios y el diablo muchas veces no es más que la distancia de un hilo, y si no lo ves no pasa nada, pero como lo puedas distinguir jamás tu vida será igual, nunca más confundiras el comer con el ver comer, ni el follar con el cielo absoluto. Cada uno llega al nirvana a su ritmo, pero en mi caso cada vez que he avanzado pasos agigantados en mi disfrute con las mujeres, estaba tan cerca el goce absoluto, como de la absoluta imbecilidad en el sexo, tanto que luego parecia menti...

La ventana

No hay mayor aventura para los sentidos que seguir a una mujer en la suya

Yo no entiendo a las mujeres, ni falta que hace, ¿para qué?, no son una especie de alienígenas . No son distintas a los hombres en general. Quieren que las quieras un poquito, amor eterno aunque dure el tiempo justo de un roce. Cuando quieres entender a una en particular es cuando te puedes liar. Ni ella misma puede repetir dos veces seguidas lo que quiere, lo que ahora le gusta mañana le hace heridas. Así que, con mi sentido práctico, y como me gusta disfrutar de las mujeres al máximo, disfrutar con ellas...

No follas por no preguntar

Cuando la has seguido lo suficiente ella te puede premiar con un polvito vanilla, si no se decepciona antes. Pero hay otra forma, tienes un minuto para leer las señales, se abre una ventana del espacio tiempo y no puedes dudar. Después te olvidará igual de rápido

Hacer el amor es mucho lío, hay que presentar el curriculum, y luego defenderlo, dar la talla, hacerse cargo del placer de la otra persona e ir siempre de importante, aciertes o falles. Joder que follón, y aquí nos venos opositando en esta página para ver si hacemos el amor. Pero follar, follar es otra cosa, solo hay que preguntar. Si no follas es porque no te atreves a preguntar. Si no preguntas es porque tienes miedo a que te digan que sí, porque la mitad de las veces es que si, incluso con quien no le ca...