Patricia y la sirvienta

Una muher rica, poderosa, se adentra en los caminos de la dominación, y luego de la sumisión.

Aclaro, para empezar, que esta no es una historia real, pero lo que sí que es real es que cuento exactamente lo que a mí me gustaría que me ocurriese. Para ello, me voy a encarnar en Patricia.

Soy Patricia, 43 años, presidenta de una importantísima corporación española, con delegaciones en todo el mundo, con un título de condesa heredado de mi padre, soltera y, como se desprende de todo lo anterior, rica, muy rica. Físicamente soy sumamente atractiva: alta, morena, pelo largo, guapa y con un muy buen...

Adoradora de pies desconocidos (2)

Sigue mi búsqueda de pies anónimos

Dejé mi anterior relato contando cómo Wanda, la chica de la limpieza, se convirtió en mi cómplice, en mi proveedora de zapatos de sus amigas, dominicanas como ella, chicas de la limpieza, o criadas, o cuidadoras, o como queramos llamarlas, a alguna de las cuales luego conocí.

Mientras, seguía trabajando en el taller de reparación de calzado, y seguí con mi táctica, de adorar los zapatos de mujer que me dejaban, fantaseando con sus propietarias, cuando no las conocía sobre todo.

Y, por supu...

Adoradora de pies desconocidos

De cómo me enamoré de unos pies desconocidos

Cuando leo relatos de fetichismo de pies, siempre, casi de manera indefectible, se trata de lo mismo: hombres o mujeres adorando pies de bellos/bellas hombres y mujeres, unos pies preciosos que cualquiera moriría por adorar. Mi caso no es ese o, para ser más exacto, no fue ese: me convertí en adoradora de pies anónimos a los que sólo en alguna ocasión pude poner cara, pero siempre después de adorarlos. Esta es mi historia.

Soy una joven de 25 años que vivo en Madrid, sola, en un apartamento de m...