Vecinita despechada 2
No pude aguantarme más al oirle decir eso y la cogí con ambas manos de ese culo duro que me volvía loco y la incorporé acercándola a mí para comerle esas tetitas medianas pero firmes. Se las comía me las tragaba, ella apretaba mi cabeza contra su pecho mientras suspiraba, ahora la iba a hacer mía y no había marcha atrás.
Tal como os conté sobre esa primera vez con la vecina no llegamos a la penetración pero esa experiencia con ella me subió el ego por las nubes. Los días siguientes mi mente era como un buscador de internet, aprovechaba siempre que podía para salir al jardín con cualquier excusa para ver si la veía. Mis folladas con mi mujer eran alentadas por el recuerdo de María en bragas y chupándomela, con sus tatoos y su frescura. Por supuesto estaba atento a todo lo que ocurría en la casa de al lado y cuando llegó el n...