La melancolía de Lucifer (2)

Una continuación un poco más tierna y rosa de mi relato de seres sobrenaturales.

Habían pasado quizá tres ó cuatro semanas desde aquél distraído paseo que la llevó hasta las afueras de un viejo convento. Lucía se sintió muy perturbada por la similitud del aroma de esta monja con la amante que tuviera hace quizá cuatrocientos años. Poco más o poco menos. Después de aquella joven bruja, Lucía nunca consiguió encontrar a alguien, hombre o mujer, mortal o inmortal que la hiciera sentirse tan plena y tan completa como se sintió con ella. Además, a lo largo de su larga vida pocas veces...

La melancolía de Lucifer

Un modesto relato con temática vampírica. Un poco cruel al principio, quizá, pero sentimental al fin de cuentas.

Apenas se hubo ocultado el sol tras el horizonte, Lucía abrió las persianas del sucio piso que estaba rentando en el pueblo. No valía la pena gastar en lujos, pues su estancia aquí no sería muy prolongada, según sus planes. Sus ojos eternos se posaron melancólicamente en los últimos resquicios de luz dorada que se fundía con el violeta tras las montañas. ¿Cuántos ocasos así habría visto en su vida? A pesar de que habían pasado ya cuatrocientos y quién sabe cuántos años, los ocasos aún le ocasionaban u...

Fetichismo entre primas

Este pequeño relato es mitad ficción y mitad realidad.

Transcurría una mañana como cualquier otra en casa de Amanda. Hacía un día fresco y soleado, los árboles se mecían perezosamente a capricho del suave viento matinal.

Dentro de la casa todo estaba silencioso y apacible, a pesar de que era habitada por dos familias. Amanda era la joven hija única de uno de los dos matrimonios que habitaban el lugar; la otra familia estaba conformada por la hermana de la madre de Amanda, su esposo y dos hijos adolescentes: Carlos, el mayor y Karen, la menor.

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Perfume seductor

...nunca había percibido un perfume tan natural, tan humano y ahora lo entiendo, tan sexual en una persona que no te está exponiendo sus genitales ante la nariz.

Siempre he asistido a colegios particulares con cierto prestigio, o tenido profesores particulares con cierto prestigio. Sin embargo siempre he tenido un espíritu bastante independiente y un carácter orgulloso y hasta podría decir que arrogante, y cuando me agarran en mis cinco minutos, puedo tener un vocabulario menos digno de una señorita y más digno de un arriero. Fue así como le leí la cartilla a un tío mío, enfrente de toda mi familia, enfrente de toda su familia, y es que nunca he podido tolerar...