Los placeres prohibidos 5

Sabía que no hacían falta palabras para saber a lo que queríamos llegar los dos. No iba a estropear el momento con mis bromas, simplemente iba a disfrutar de ella, de Becky… de mi prima.

EDUARDO

Ese sábado tras la cena con los amigos no tardé mucho en retirarme. Quería dormirme a una hora prudente para poder salir a correr a la mañana siguiente, así que algo antes de las 2 de la madrugada, estando algo ebrio, caminé hacia mi casa perdido en mis pensamientos.

Hacía dos semanas a esa misma hora me encontraba durmiendo en una casa rural, tras haber pasado un improvisado día a solas con mi prima. Todo había cambiado desde entonces. Becky se comportaba conmigo como la recordaba...

Los placeres prohibidos 4

“Esto era lo que no tenía que pasar”, pensé. Pero no tenía voluntad para detenerlo. Ya no más. Sólo quería dejarme llevar y punto.

BECKY

El viernes llegamos a la casa rural cuando ya era casi de noche. Tras ordenar los pocos bultos que habíamos llevado para el fin de semana, tuvimos una cena tranquila. Nuestros padres hablaban entre ellos, intentando recordar las anécdotas de la última vez que habíamos viajado todos juntos, hacía unos 6 años. Se les notaba animados y puede que algo nostálgicos.

Eduardo también participaba en la conversación, pero yo sentía cómo evitaba mirarme y dirigirse directamente a mí. Yo mientra...

Los placeres prohibidos 3

Quizá Vane fuera una mejor alternativa que el saco de boxeo para desahogarme... Me apetecía que esta vez fuera ella la que fuera a mi ritmo, que obedeciera mis caprichos. Quería dominarla.

EDUARDO

Ya llevaba dos meses trabajando en el gimnasio. La rutina era la misma todos los días: máquinas, baile, entrenamiento con Becky y, la mayoría de las veces, sexo con Vanesa. Ella me buscaba al final de mi jornada y me hacía disfrutar, provocándome y volviéndome loco al ser controlado por sus caprichos. Un día me ataba las manos, otro me vendaba los ojos, otro me prometía algún tipo de recompensa sexual si le obedecía en sus peticiones… Era un juego que cada vez me gustaba más. No suelo pr...

Los placeres prohibidos 2

Tal vez una aventura con una mujer como ella me hiciera dejar de pensar en mi prima. Y si no, al menos lograría desahogarme. Me daba la sensación de que desde el jueves no había dejado de pensar en sexo. Me sentía como un adolescente, y como tal, no iba a perder la oportunidad de echar un polvo

EDUARDO

Ese lunes me desperté tras haber tenido un sueño húmedo, y eso se notaba entre mis piernas. Llevaba desde el jueves, el día de la fiesta, soñando lo mismo. Mi cerebro me repetía durante la noche el sexo que había tenido con Becky, solo que en mi cabeza ella no llevaba máscara alguna, ni yo tampoco. Ambos sabíamos de sobra quién era nuestro amante de la noche y, sobre todo, no salía disparada en cuanto me miraba a la cara… Como había ocurrido en realidad.

Creía estarme obsesionando....

Los placeres prohibidos 1

“FIESTA VERANIEGA DE MÁSCARAS. Ven, con la cara tapada y el cuerpo lo mas destapado posible. Esta noche puedes encontrar a tu apasionada alma gemela.”

BECKY

“FIESTA VERANIEGA DE MÁSCARAS

Ven, con la cara tapada y el cuerpo lo mas destapado posible.

Esta noche puedes encontrar a tu apasionada alma gemela.”

Había leído ese cartel hacía una semana, cuando estaba con mi amiga Diana, que se encontraba en una de sus ‘ Crisis de Soltera Desesperada’ , como ella las llama. Era el colmo… Diana me había estado haciendo chantaje emocional toda la semana, para que le  acompañara a la fiesta donde “seguro que le quitaban las tela...