Vacaciones educativas (2)
Pasado el primer examen, le tomó lección a el otro perrito de mis tios.
Al día siguiente de mi encuentro con palito, decidí ir por la verga de Cuervo, las vacaciones se acabarían en unos ocho días y no podía irme sin ser debidamente cogida por ese perrito, porque si bien con Palito la había pasado bien, necesitaba sentir una pija dentro mío, esa indescriptible sensación de apertura de los musculos vaginales, el sentir resbalar una y otra vez un trozo de carne caliente y duro dentro tuyo, sentir la respiración agitada del consorte, sea hombre o perro. Psíquicamente, la pen...