Una buena follada

Como buena sumisa, seduzco a un chico para que me reviente como quiera.

Él era alto y musculoso, de unos treinta años, y yo me había estado insinuando en el gimnasio, mostrándole mi generoso escote, apoyando mi mano en sus caderas, con algún toque travieso, frotándome de vez en cuando contra él al turnarnos en las máquinas, y dejándome tocar todo lo que quiso cuando cogió confianza. Al final una mañana, al llegar al gimnasio, en vez de entrar fuimos a su casa.

Estábamos en la cama, él encima de mí, besándome, yo aún vestida, pero dispuesta, con las piernas abiertas. Sacó...

Desnuda por el edificio

Decidiendo probar cosas nuevas, me paseo desnuda y tengo sexo en un edificio de noche. Quizá sea el principio de un nuevo hobby, quien sabe.

¡Hola de nuevo! Esta vez traigo una confesión un poco diferente a las otras. ¡Espero que os guste igual!

Pasé la cuarentena sola, y no quería que se repitiese. Así que ahora estoy durante un tiempo en casa de un amigo, para tener compañía. Es un chico con el que tenía sexo de vez en cuando, y que desde que estoy en su casa tenemos mucho más; generalmente siempre tengo ganas de sexo, y él está más que contento de tenerme “a mano” en su casa claro.

Una de las razones de irme a vivir unas semanas c...

En el probador (primera vez)

¡Hola de nuevo! Aquí dejo otra de mis experiencias, esta vez en un probador, intentando ser un poco más “literaria”. Espero que os guste.

Este año, con las ganas de salir acumuladas tras la cuarentena, he ido varias veces de compras con mis amigas. Cuando buscábamos ropa siempre entrábamos en varias tiendas de la ciudad, y en una de ellas siempre había varios dependientes bastante atractivos. Mis amigas y yo siempre lo comentamos cuando vamos, y lo cierto es que llevaba un tiempo teniendo ideas sobre esa tienda: eran dos pisos, el piso de abajo sobre todo para ropa de mujeres y el de arriba casi todo ropa para hombres, aunque con muchos vaque...

Con un chico en el gimnasio

Una de mis primeras experiencias sexuales tras cumplir los 18 años, con uno de los monitores del gimnasio al que me había apuntado.

¡Bueno, aquí va mi primera confesión! Cuando cumplí 18 años ya estábamos con el tema del virus, así que no podía salir mucho. Quería tener sexo, pero ya sabéis cómo era en esos días, no podía salir de mi casa para eso. Pero más tarde, en verano, estas restricciones se relajaron, así que pude empezar a salir, y un día decidí ir al gimnasio.

Antes ya había tenido sexo antes con chicos de mi edad, y soy consciente de que tengo un buen cuerpo. Así que pensé que en el gimnasio que tenía casi al lado de mi...