Mi tarde de fiesta semanal
Mi tarde de fiesta semanal fue un buen polvo.
Fue una tarde de verano, yo debería de tener unos 20 años, allá por los últimos años de los 80. Mi amiga Eli y yo trabajábamos en comercios de una localidad costera mediterránea, muy cerca de donde vivíamos. Los empleos los teníamos gracias a amistades de nuestros padres y nos ayudaban a costearnos nuestros estudios. Aunque no estábamos lejos de casa, nos alojábamos en un apartamento que nos dejó su abuela y así nos evitábamos trayectos y disfrutabamos también de la noche, pero sin pasarse por el tema del t...