Memorias de una dama

Recuerdo aquella mañana tan claro que parece hubiese sido ayer, recuerdo el aroma de la brisa al abrir la puerta y encontrármela allí, en mi umbral, a ella con una pequeña valija a sus pies y esa enorme sonrisa en el rostro que me dejaron sin habla.

Memorias de una dama

Recuerdo aquella mañana tan claro que parece hubiese sido ayer, recuerdo el aroma de la brisa al abrir la puerta y encontrármela allí, en mi umbral, a ella con una pequeña valija a sus pies y  esa enorme sonrisa en el rostro que me dejaron sin habla.

Extraña:- Hola niña, vengo a preguntar por las habitaciones en alquiler.

Extraña: ¿niña? ¿Me oyes?

Extraña: ¿estás bien?

Niña:- eh… si si… emm… perdón me distraje, aguarde un segundo por favo...