La entrenadora personal. Parte V

Continuación del dilema de nuestro protagonista, salpicado de altas dosis de carga sexual.

Me desperté muy atontado y completamente sólo, solo y desnudo. Desnudo pero tapado perfectamente de cintura para abajo, como tapan las madres a los hijos cuando se quedan dormidos.

Pero Alejandra tenía poco de madre.  Aunque quizá sí, porque le encantaba mandar y que los demás obedecieran, como si fueran sus hijos. Pero no lo éramos, creo que ella nos había convertido en sus esclavos.

Cuando colgué el teléfono con mi mujer, pensaba que yo tenía el control. ¡Que iluso! El control, desde el princi...

La entrenadora personal IV

Tras mucho tiempo, lo siento, dejo la 4ª parte de esta saga, que algunos ya leísteis en mi desaparecido blog. Espero os guste y me animéis a seguir escribiendo, que realmente lo necesito.

Efectivamente el número en la pantalla era el de mi mujer. Miré a Alejandra, volví a mirar el móvil. Mi dedo índice se dirigió hacia la pantalla, dudé por un segundo, un solo segundo. Pulsé el botón rojo.

“mi polla entraba y salía sin cesar de su húmedo coño, mientras notaba un intenso placer húmedo en mi perineo…”

Tiré  el teléfono hacia un lado. Acto seguido me despojé de mi camiseta, me terminé de quitar los pantalones y los slips los tiré donde pude.

La miré sonriendo maliciosamente y...

La entrenadora personal. Parte 3

Demasiada tentación para no caer en ella, ¿o quizá me pueda librar de la culpa si me reconcilio con mi mujer?

Allí estaba ella, con su precioso culo en pompa y su coñito brillante deseando ser penetrado. Y muy cerca estaba yo, con mi polla más dura que “el pan de antes de ayer.”

Lo malo era que al otro lado de la puerta y a punto de echarla abajo.

estaba la recepcionista.

–Ale, me meo.

Alejandra cambió por completo su semblante lascivo, por uno que no me gustaba nada. Me hizo un gesto para que me escondiera en uno baño, se tapó con una toalla y se dirigió a abrir la puerta. Me escondí como p...

La entrenadora personal. Parte 2

Deshojando la margarita, me la follo, no me la follo, me la follo no me la follo….aunque bien pensado si al final me decido, creo que será ella quien me folle a mí.

La entrenadora personal 2

Deshojando la margarita, me la follo, no me la follo, me la follo no me la follo….aunque bien pensado si al final me decido, creo que será ella quien me folle a mí.

Fuimos directos al parking del gimnasio sin decir nada, un silencio tenso que me puso bastante nervioso.

-Este es mi coche-le dije

-De acuerdo, voy a por el mío y me sigues. Suele haber sitio para aparcar en frente de el portal. Subo yo primero y cuando esté arriba me asomaré por la ventana....

La entrenadora personal

Una pequeña crisis matrimonial, un gimnasio y una entrenadora personal de infarto fueron demasiada tentación.

La entrenadora personal

Estoy casado desde hace 4 años, y en total con mi mujer llevo 12 años de relación. Como persona me llena, jamás me han cuidado tanto y se han preocupado tanto por mi. Además me gusta, me pone, tiene un bonito culo.. pero llevamos un tiempo que no me deja follárselo. Desde que la conocí fue mi obsesión, un culo perfecto y un morbo extremo en la mirada.

Como todas las relaciones pasan por rachas, la mía no iba a ser menos.

Antes de proseguir no voy a decir mi nomb...