¿Puta o sumisa?
Me dejó. Antes la dominé por una apuesta. Ella ahora es libre. Cualquiera le puede hacer lo que yo o incluso más. ¿Puta? ¿Sumisa? Una vez fue mi mujer.
Todo empezó como un juego. Quizás una apuesta estúpida. Aunque supongo que realmente fue un juego del destino que quiso ponernos a cada uno en nuestro sitio. Por motivos que ahora no vienen al caso, tenía que castigarla. De paso, sabría si realmente, estaba presta y dispuesta para ser la que tantas veces decía que podía llegar a ser. Una sumisa no debe, no puede, molestar al amo
A veces leíamos relatos. Ella se ponía cachonda. Luego follábamos. Muchas veces imaginamos ser los actores de los rela...