¿Puta o sumisa?

Me dejó. Antes la dominé por una apuesta. Ella ahora es libre. Cualquiera le puede hacer lo que yo o incluso más. ¿Puta? ¿Sumisa? Una vez fue mi mujer.

Todo empezó como un juego. Quizás una apuesta estúpida. Aunque supongo que realmente fue un juego del destino que quiso ponernos a cada uno en nuestro sitio. Por motivos que ahora no vienen al caso, tenía que castigarla. De paso, sabría si realmente, estaba presta y dispuesta para ser la que tantas veces decía que podía llegar a ser. Una sumisa no debe, no puede, molestar al amo

A veces leíamos relatos. Ella se ponía cachonda. Luego follábamos. Muchas veces imaginamos ser los actores de los rela...

Fui sirvienta o pornochacha, como prefieran

Antes de ser la mujer que soy, para ganar dinero, tenía que limpiar casas, cosa que no me arrepiento, porque tiene su lado bueno. Historia real de mi vida.

Habían pasado dos meses desde que María vino a trabajar a casa. Siempre venía los Sábados que era cuando yo me encontraba. Mujer sugerente de la que supe que no había tenido buen trato con su marido. Pasado este tiempo, consideré oportuno entregarle una copia de la llave de mi apartamento, por si algún sábado no estuviera en casa, ya que vivía sólo.

Lo único malo de que viniera los sábados, es que las conquistas del viernes noche, no podían quedarse a dormir. Daba un poco de palo que la asistent...

Una clínica dentista muy caliente

No le gustaba ir al dentista, hasta que un amigo le recomendó una muy especial. Sus métodos eran infalibles para bajar todo tipo de hinchazones...

Desde su posición, en el incomodo sillón de la sala de espera, se disfrutaba de una interesante vista. No le gustaba tener que ir al dentista, pero ese día casi se alegraba de haber amanecido con un desagradable dolor de muelas y la cara hinchada por el flemón.

Un amigo le había hablado de aquella clínica. Dijo que valía la pena ir y que estaba seguro de que le daría las gracias por recomendársela.

Y de momento no podía quejarse. Nada mas llegar le abrió la puerta una "recepcionista" de imp...

Vacaciones de verano. Vacaciones de Navidad

Nono, hijo de Joan, mi marido, vino a pasar unos días de vacaciones. Ahí lo conocí. Exactamente igual que si padre. En todo...

Abrí la puerta y me quedé helada. Era un autentico clon. Nono, el hijo de mi marido era exactamente igual a él. La única diferencia era los diecinueve años que los separaban. Joan tenía treinta y ocho y Nono diecinueve.

Estábamos pasando quince días de vacaciones en la Manga del Mar Menor (Murcia) y Nono aprovechó las vacaciones de la universidad para venir a visitar a su padre y conocerme a mí, que ya llevaba año y medio casada con su padre.

Lo hice pasar después de que me diera dos besos...

Mi marido es un cielo

Como aguantó las envestidas de mi mejor amiga para follarsela en mi presencia. ¿Las aguantó realmente?. Lo cuenta él.

Por mi trabajo tenia la suerte de poder pasar de vez en cuando por la oficina de mi mujer. Me gustaba mucho mirarla y como la miraban sus empleados. Con deseo. No es que esté buenísima; simplemente sabe como vestirse para que un tío se de la vuelta cuando se cruza con ella por la calle.

Aprovecho también para ver a Sonia, su secretaria. Ella sí que esta buenísima. Rubita, pechos perfectos y un culo para quitar el hipo. Cuando lleva pantalones, se nota que usa tangas, por lo del triangulito que se...

¿Porqué tendré la boca tan grande?

Infiel en mi cama con un novio anterior, descubierta por no mantener la boca cerrada. Que estúpida.

Estaba enfadada porqué además de llevar tres días sin follar (eso me pone de muy mal humor) hoy era "El Viernes". Mi marido había quedado con los amigos para cenar. Lo llevaban planeando durante semanas, por tanto ya supondría que tendría otra noche sin sexo, porque lo más seguro es que llegara tan borracho que ni se le levantaría.

Mientras él se duchaba, preparándose para pegarse el marchón del Siglo, sonó mi móvil. Era Jorge (fue novio mío antes de casarme con Alfredo, que así es como llamaré...

A punto de casarme por tercera vez

Faltaban dos semanas para casarme y el que iba a ser mi marido decidió darme una despedida. ¿A mi? Con casi cuarenta años creía que eso ya no se llevaba ...

Igual suena un poco extraño, pero el caso es que mi despedida de soltera la organizó mi futuro marido. Me casaba por tercera vez y pensaba que eso de las despedidas, ya se había acabado. Al menos para mí. Estaba a dos semanas de cumplir los cuarenta.

Recuerdo como Diego, mi futuro marido, me invitó a cenar. Me pidió que me pusiera guapa, sugerente. Le dije que accedía gustosa a sus indicaciones, porque con él me había sentido como con nadie, y cualquier cosa que me pidiera, para mi era un placer...

Camarero para todo

Mi marido se va de marcha con su jefe y yo me masturbo pensado que se van de putas. Luego...

Nuevamente os cuento una experiencia vivida. Tan real y cierta como otras que os he contado. Esta es la última, me pasó ayer mismo y tenía unas ganas enormes de contarla.

Resulta que había quedado con Juan para salir. Recuerdo que al mediodía después de comer y antes de empezar nuestra jornada laboral por la tarde, me dijo: ¡lávate el coño, cariño, que esta noche después de cenar fuera te lo voy a comer hasta que te corras tres veces! Juan es capaz de eso y más. Suele llamarme sin pensarlo o se...

El calor era insoportable

Una amiga viene a casa. Mi marido ni se entera. Vino, hachís, risas. Todo real al 100%. Le dejo que lo cuente él.

El calor era insorpotable, llevábamos días soportando un bochorno exagerado. ¡Vaya unas vacaciones! Tantos meses esperándolas y apenas si podía disfrutar de ellas. Tenía la apatía subida de tono. Nada me gustaba, nada quería. Maldito calor. Ni siquiera Ana me daba excusas suficientes como para subirme el ánimo. Tampoco la libido.

Recuerdo que sólo el ir a la playa y meterme en el agua de lleno, me hacía un poco más feliz. Eso y el chiringuito –con su cervecita fresquita-. Ah! y las tías. Vaya pe...