Amanecer en Puerta Oscura.

Esa noche no tenía ganas de dormir, tenía ganas de otra cosa ...

La verdad es q esa noche estaba un poquito pasado de copas, pero aún no tenía ganas de irme a casa,

así que me dispuse a echar el ultimo cigarrito aliñado en los jardines de puerta oscura. Pillé una lata de cerveza en un chino cercano y subí la cuesta. Huelga decir que tras los cubatas y las cervecitas tenía un calénton primaveral de campeonato, cualquier roce me hacía notar sensible, sensible.

En fin, pasé el tunel y bajé las escalerillas, me senté en un banco alejado de las otras escaleras y fui...