Una sesión real (1)
Acerqué mi pulgar a sus labios. Lo besó, pero se dio cuenta de que yo esperaba algo más que un simple beso y entreabrió su boca, permitiendo que mi dedo se internase en ella...
I
Nos habíamos citado en la cafetería de un céntrico hotel. Después de varias semanas de intercambios de correos electrónicos, largas conversaciones telefónicas y un par de sesiones por Messenger, habíamos acordado vernos en persona.
Llegue a la cita deliberadamente pronto y me ubiqué en una de las mesas desde la que se veía toda la cafetería. Jugaba con ventaja, pues ella no me conocía, yo a ella sí.
Un minuto antes de la hora acordada la vi llegar. Vestía según mis indicaciones un...