Reencuentro (3)

Tenía miedo, mucho miedo. Pero no un miedo aterrador. No sabría explicarlo. Un miedo que, mezclado con la excitación del momento y el frío, era una de las sensaciones más agradables que había sentido en mi vida.

Tenía miedo, mucho miedo. Pero no un miedo aterrador. No sabría explicarlo. Un miedo que, mezclado con la excitación del momento y el frío, era una de las sensaciones más agradables que había sentido en mi vida.

Se acercó a mí. Subió la falda de manera que mi sexo quedaba al aire frío de la noche, y abrió todos los botones de la camisa. Cuando me tocó dijo:

  • Esto es una de las cosas que más me gustan de ti, que a la mínima te pones cachonda. Habríamos podido hacer muchas cosas si no te hub...

Reencuentro (2)

Los días siguientes hubo mucho trabajo. Apenas tenía tiempo para acordarme de lo que había ocurrido, pero cuando eso pasaba, mi excitación llegaba a límites que nunca antes recordaba tan fuertes

Esa noche no me acompañó al hotel.

Los días siguientes hubo mucho trabajo. Apenas tenía tiempo para acordarme de lo que había ocurrido, pero cuando eso pasaba, mi excitación llegaba a límites que nunca antes recordaba tan fuertes.

Sólo quedaban un par de días para que terminásemos el trabajo en la ciudad. Yo no había vuelto a saber nada de Juan desde aquel día, y temía que no volvería a verlo. Un día, estaba arrodillada en el suelo terminando de hacer unos ajustes a uno de los ordenadores q...

Reencuentro

Juan es mi exnovio. Nos conocimos en un chat normal y corriente y después de conocernos estuvimos unos meses saliendo. El problema fue que vivíamos en ciudades distintas, y las relaciones a distancia no siempre acaban bien, así que decidí dejarle. En los últimos encuentros que habíamos tenido, me había sorprendido con alguna cachetada en el culo y alguna insinuación de dominarme que a mí al principio me pareció horroroso

Juan es mi exnovio. Nos conocimos en un chat normal y corriente y después de conocernos estuvimos unos meses saliendo. El problema fue que vivíamos en ciudades distintas, y las relaciones a distancia no siempre acaban bien, así que decidí dejarle. En los últimos encuentros que habíamos tenido, me había sorprendido con alguna cachetada en el culo y alguna insinuación de dominarme que a mí al principio me pareció horroroso

Cosas del destino, en el trabajo me enviaron por un par de meses a trabajar...