Reencuentro (3)
Tenía miedo, mucho miedo. Pero no un miedo aterrador. No sabría explicarlo. Un miedo que, mezclado con la excitación del momento y el frío, era una de las sensaciones más agradables que había sentido en mi vida.
Tenía miedo, mucho miedo. Pero no un miedo aterrador. No sabría explicarlo. Un miedo que, mezclado con la excitación del momento y el frío, era una de las sensaciones más agradables que había sentido en mi vida.
Se acercó a mí. Subió la falda de manera que mi sexo quedaba al aire frío de la noche, y abrió todos los botones de la camisa. Cuando me tocó dijo:
- Esto es una de las cosas que más me gustan de ti, que a la mínima te pones cachonda. Habríamos podido hacer muchas cosas si no te hub...