Condenada (3)
Alba y Laura llegan al centro de reconversión, donde serán marcadas como esclavas.
Estuvimos un par de horas en aquella celda, las cuatro, sin saber qué decirnos. Ana y Clara porque se sentían tan afortunadas y aliviadas que no querían herirnos haciéndonos ver su dicha, Laura y yo porque teníamos tanto miedo que ni nos atrevíamos a abrir la boca para imaginar cómo sería nuestra vida. Al final simplemente estuvimos abrazadas todo el tiempo, llorando desconsoladamente. Vinieron a buscarnos a Laura y a mí y nos sacaron de allí. Pensé ya quizá nunca volvería a ver a mis amigas de toda l...