Cinco meses y cinco segundos
Un microrelato de amor no declarado
Sentada en el banco, te veo acercarte por la acera. Bajas la calle pausadamente, tu mirada fija en la mía y por primera vez una sonrisa ilumina tu rostro. No hay nadie más: es a mí a quien sonríes de esa forma cálida.
Algo en tus ojos me dice que me quieres decir que te diga algo, y yo no sé qué decir.
Cuántos meses llevo mirándote y admirándote a lo lejos, deseando que tu mirada se cruce con la mía, imprimiendo en mi memoria cada uno de tus rasgos y de tus gestos, tus risas y tus sile...