El inmortal (Caracas, 1567)

Nací Dermoth Mc Lachlainn, de noble cuna, en el año de gracia de 1119, y soy inmortal. A lo largo de mi dilatada existencia, he conocido carnalmente a muchas mujeres, pero solo una ha conseguido mi amor. Esta es mi historia.

Santiago de León de Caracas, 1567.

Desde entonces, había conocido muchas tierras, y disfrutado de los favores de innumerables mujeres. La conciencia de mi inmortalidad, finalmente aceptada como un don, me llevaba a afrontar cualquier riesgo, en la seguridad de que era invulnerable, de lo que ya había tenido infinidad de pruebas. Mi "muerte" se reducía a un dolor que desaparecía junto con las heridas que lo habían causado, y solo lamentaba que, en cada ocasión, ello me obligara a cambiar de h...

El inmortal (Ulster, 1154)

Nací Dermoth Mc Lachlainn, de noble cuna, en el año de gracia de 1119, y soy inmortal. A lo largo de mi dilatada existencia he conocido carnalmente a muchas mujeres, pero solo una ha conseguido mi amor. Esta es mi historia.

Madrid, hoy.

  • Voy a entregarte mi secreto mejor guardado, a sabiendas de que con ello me pongo en tus manos. Ignoro si cuando termine el relato de mi vida, veré en tus ojos temor o quizá asco. Pero si sigue siendo amor lo que reflejan, como en este instante, seré redimido por él, y toda la ruindad de mi vida, todas mis maldades y el dolor que he causado serán perdonados.

Va a hablar, pero se lo impido poniendo mi dedo índice sobre sus labios.

  • Chsssst, mi amor, no digas nada....

La aldea gala

Nos situamos en el año 50 antes de C. Toda la Galia está ocupada por los romanos. ¿Toda?. ¡No!. Una aldea poblada por irreductibles galos resiste todavía y siempre al invasor, gracias a la valentía y tozudez de sus habitantes, aunque también merced a un secreto

  • ¡Por Tutatis, druida!. ¿Os habéis dado cuenta de que los romanos cada vez nos atacan con más frecuencia?.

  • Paciencia, mi pequeño Frontadornadix. Ya no pueden resistir mucho más, que día a día se les ve más flacos y desmejorados. ¡Déjales que vengan, incluso más de una vez en cada jornada, que en poco tiempo la victoria será nuestra!.

  • No, si dejarles, ya les dejamos. Pero es que mi esposa Absencedevirtudix

  • Tu esposa, pequeño guerrero, es el alma de nuestra fiera resistencia al...

Mis -tres primeras- veces (3 y final)

(Ya sé: sólo se puede tener una “primera vez”). El título es porque este relato trata de cómo fue la mía, y las de mis hermanas Thelma y Natalia, y las tres tuvieron lugar al mismo tiempo.

La primera semana pasó como un sueño. Dormíamos los tres juntos, en la inmensa cama de nuestros padres, y probamos la mayor parte de las posturas que aparecían en una página Web que nos mostró Thelma. Algunas las hubimos de abandonar, entre risas, porque solo un contorsionista podría haberlas mantenido. Pero siempre conseguía (cosas de la poca edad) follarme a las dos, mientras la que no estaba encima, debajo, o a un costado de mí, era atendida convenientemente por la boca y las manos de los dos que e...

Mis -tres primeras- veces (2: Consumación)

(Ya sé: sólo se puede tener una “primera vez”). El título es porque este relato trata de cómo fue la mía, y las de mis hermanas Thelma y Natalia, y las tres tuvieron lugar al mismo tiempo.

Debí quedarme adormilado, con la agradable sensación de los cuerpos desnudos de mis hermanas abrazadas al mío.

Cuando recuperé la conciencia, me encontré solo en la enorme cama. Me incorporé, con mi mente aún nublada. Me pareció un sueño, seguro que lo era. ¡De dónde, mis dos hermanas y yo…!. Pero entonces, ¿qué hacía yo en la habitación de mis padres, completamente desnudo entre las sábanas revueltas?.

Si me quedaba aún alguna duda, esta se despejó cuando Natalia entró tranquilamente en la...

Mis -tres primeras- veces (1: Iniciación)

(Ya sé: sólo se puede tener una “primera vez”). El título es porque este relato trata de cómo fue la mía, y las de mis hermanas Thelma y Natalia, y las tres tuvieron lugar al mismo tiempo.

Somos cinco de familia: mi padre, de nombre Alex como yo, mi madre Thelma, y mis hermanas Natalia y Thelma como mi progenitora. Cuando sucedió lo que os voy a narrar, yo tenía 16 años, Thelma 18 y Natalia 17.

Mis hermanas han heredado la belleza de mi madre, que a sus casi 39 años conserva aún prácticamente intactos –al decir de papá- los atributos físicos que le hicieron prendarse de ella. Se casaron cuando ella tenía sólo 20 y mi padre 26, y parecen seguir enamorados el uno del otro; constituy...

Amor vincit omnia

Vive el momento porque es nuestro, nos pertenece, y nunca regresará más. ¿Mañana?. Mañana queda muy lejos...

Después de cuatro meses de inactividad, recobro mi contacto con vosotros, mis queridos lectores. Gracias a todas y todos los que habéis valorado mis relatos, alguno de los cuales aún se mantiene en el "top 100", meses después de su publicación. Gracias también a todas y todos los que me habéis dejado vuestros comentarios. Y mi agradecimiento más especial a quienes me habéis escrito. De veras, me habéis hecho sentir muy bien con vuestras palabras, y no podré pagaros nunca por ellas, salvo con este humi...

Haluro de plata calentito

Creo que en aquella sesión fotográfica se calentó hasta el producto químico sensible a la luz que recubría la película. Que, ¿cómo es eso posible?. Leed, leed.

Sandra es mi mujer. Cuando nos casamos, hace ya… (¡joer!, ¿son seis, o siete años?) ella tenía un buen empleo en una ".com", pero con eso de las fusiones, las adquisiciones, y el pinchazo de la "burbuja digital", se quedó en paro. Al principio estuvo buscando activamente empleo, pero su empresa no era la única que estaba reduciendo personal, de modo que a los seis meses se cansó y dejó de molestarse. Pero algo tenía que hacer con su tiempo, de modo que "descubrió" lo que de siempre había sido mi afici...

Los cuatro mosqueteros (10: El regreso)

Ya de vuelta, Asun y Toni nos invitan a cenar en su casa y, finalmente, aceptamos también quedarnos a dormir. Pero nos terminamos acostando bastante tarde… ¿Os tienta saber por qué?.

Una mano me sacudía por un hombro, obligándome a salir del profundo sueño en que me hallaba sumido. Poco a poco fui abriendo los ojos y tomando conciencia del lugar y la situación: Asun y yo estábamos abrazados en una de las estrechas camas gemelas. Y era la mano de Any, mi compañera, la que había sido causa de mi despertar, mientras el marido de Asun nos miraba desde el quicio de la puerta. Tanto Toni como Any estaban ya vestidos, en una repetición con distintos personajes de la situación del día ant...

Los cuatro mosqueteros (09: Antes de dormir)

Any tenía una duda: ¿quién se acostaría con quién aquella noche?. La duda se despejó casi por sí misma. Seguro que querréis saber la respuesta

Llegamos al puerto poco después de que el sol se hubiera ocultado, aunque todavía quedaba algo de luz.

Por acuerdo de los cuatro, no nos dirigimos a la casa, sino que decidimos caminar por el paseo marítimo del pueblo cercano, haciendo tiempo hasta la hora de la cena. En un momento determinado, pasamos a la playa, absolutamente desierta a aquella hora. Nos descalzamos, y como el día de nuestra llegada, caminamos por la franja de arena húmeda, dejando que las pequeñas olas, apenas una leve ondula...