La Mansion Monserrat (2)
Yo solo gemía del placer, y disfrutaba de aquel momento tan glorioso ella seguía hablándome al oído, y me dijo date la vuelta, que quiero probar ya ese pedazo de carne, caliente, delicioso y virgen que tienes en medio de esas dos piernas.
Capitulo II
Amaneció, y me dispuse a realizar mis deberes cotidianos, aunque no eran muchos, solo vigilar que los caballos tuvieran suficiente agua para tomar y velar que no les faltasen pacas de pasto.
Cuando llegue al establo, note a uno de los caballos un poco intranquilo, y me acerque para ver que le sucedía, vi que tenía una serie de picaduras en el dorso de la pierna posterior, quede un poco asombrado, ya que pensé que el animal se encontraba infectado con algún tipo de bacteria o vir...