Reencuentro
Me reúno con un viejo amigo y descubro cosas que no sabía sobre mí misma
Me levanté de la cama con la sensación que deja una noche de sueño inquieto, al ver mi reflejo en el espejo que cuelga de la pared en mi cuarto no puedo evitar pensar "mierda". Las ojeras que tanto me desagradan aparecen como testigos de mis preocupaciones. Empezamos bien el día, me digo entre sarcástica y resignada. Después de tanto tiempo y sigue teniendo ese efecto en mí, por eso tarde tanto en aceptar una de sus invitaciones, y ahora mientras me dirijo al baño para lavarme todavía sigo medio convencida...