La Guardia de la Noche III - Relax
Quitó con suavidad la toalla, y me dejó totalmente desnudo y a su disposición en aquella cama. Para facilitar su tarea, noté como se subió en la cama con gran agilidad, sorprendente para un chico que sobrepasaba los dos metros de altura...
Al día siguiente, David y yo nos comportamos con total naturalidad. Es un tío de puta madre y el cerdeo que habíamos tenido, como él lo llamó, hizo que tomáramos mucha confianza el uno en el otro, y las veces que coincidíamos en alguna actividad, estábamos casi todo el rato de risas.
Las actividades se desarrollaron con naturalidad, y ya empecé a ver cómo un par de acampadas me dirigían miradas buscando mi complicidad, demostrando su interés en mí. Lo cierto es que yo no quería verlas como algo más qu...