El viejo de mi vecino
Tercera parte, aunque se puede leer sin los dos anteriores de la historia. Esta vez, mi vecino me muestra que sabe lo de los shows y me ayuda a dar uno que nunca podré olvidar.
Los días siguientes me los pasé confusa, tenía momentos de calentón por lo sucedido y momentos en los que pensaba “ay Dios mío, pero qué he hecho”. Pero, en el fondo, lo que quería es que sonase de nuevo el timbre y apareciesen por la puerta Marcos y Antonio para follarme en el salón, o en la cocina, o en el suelo mismamente. Fantaseaba que me ataban y me obligaban a chupársela de nuevo, que me comían el coño y que me follaban brutalmente. Pensé en si los vecinos habían oído algo de lo sucedido, ya que el a...