Migraña

Nunca imaginé lo que traería el tocar el botón número 7 de aquel ascensor.

No sé como deje que sucediera, no sé como deje que mis instintos por primera vez se aprovecharan de mí.

Subirme al elevador había sido una decisión sencilla, solo contemplé un par de segundos la posibilidad de usar las escaleras, pero la deseché inmediatamente. Me dolía la cabeza, además debido a lo temprano que era, casi estaba completamente vacío el pequeño edificio.

Toqué el botón número 7, mi piso, y me recargué sobre el frío barandal de metal esperando a que las puertas por fin cerraran. Ta...