Chicle sabor a ti

Quién sabe lo que puede pasar en un simple viaje diario de autobús. Ese chico que se sienta al fondo, ¿te mirará algún día?

Resulta que hay un chico que te mola y que siempre cogéis el mismo autobús. Cada mañana allí estáis, sentados a pocos metros de distancia. Tú miras hacia su asiento pero él está allí a su bola, con los auriculares puestos mirando su móvil, sin prestar atención a nadie más de los que van montados en el bus. Todo lo contrario que tú, que si que observas cada día a la gente que comparte transporte contigo, como la mujer anciana que siempre puntual llega para ponerse en el asiento de delante; la chica rubia que...