En el mercado
Pero siempre como toda una ama de casa.
Despues de mi primer relato y los acontecimientos suscitados mi amado esposo ya no me veía con los mismo ojos, ahora me trataba de diferente manera, su mirada era entre odio, calentura y amor , y así fue, este empezó a comprarme ropa clara la cual dejeba ver todas mis pantaletotas que traía debajo de los mallones con lo que me hacia ir al supermercado.
En una ocasión este me llevo con los clásicos leggins blancos y una pantaleta estilo bikin iel cual la verdad se me veía muy bien, pues estando ahí en...