¡Golosa!

Aquello de “quien espera, desespera” se estaba haciendo cierto, pero ella estaba allí arrodillada frente a mí para darme cátedra de fellatio aunque yo en ese instante desconfiara de su destreza...

No estaba pasando por mi mejor época, lo confieso. Estaba más solo que Adán el Día de la Madre. Mi reciente divorcio me había confinado a aquella pensión de mala muerte, y deseaba de todo corazón buscarme un sitio mejor donde vivir. Menos mal que el trabajo lo había conservado, cobraría menos  ¡claro! por todo aquello de las retenciones judiciales pero me había librado de aquella hija de puta que me tenía los huevos al plato.

Sin embargo, a medida que el tiempo fue transcurriendo y mi adrenalina se fu...

Deja Vu

Una vida chata y gris, sin futuro aparente, salvo por la presencia de ella. La había visto crecer ante sus ojos: la flor de la casa. Aquella muñeca delicada y prístina como un jazmín paseaba su fresca belleza por el lugar causando en él emociones encontradas.

El hombre vivía solo, alquilaba el altillo de aquella casa antigua y gozaba de la confianza de todos los integrantes de la casa. Siempre prolijo, trabajador, educado, honesto, incapaz de llevarse algo que no le pertenecía. Era una sombra en el hogar que no perturbaba en absoluto. Una garantía cabal. Habían pasado los años y se había quedado soltero; a veces salía los fines de semana, de seguro a la pizzería de la esquina a comerse una porción de fainá y beberse una cerveza mientras jugaba al pool con sus oc...

La parada del bus

Mis piernas tiemblan y mi sexo late, tomo tu mano con fuerza y nuestros dedos se entrelazan. Sonreímos abiertamente y el círculo de aprobación se cierra.

Como en una visión te veo llegar a la parada de ómnibus a través de mi ventana. No te he visto nunca antes pero el verte me agrada y me entibia el corazón repentinamente. Me gusta lo que veo, tu madura estampa que me recuerda en algo al actor de cine que siempre me atrajo, que formó parte de mis fantasías en mi adolescente edad; se me planta atrevida y totalmente ignorante de esa ansiedad que me has provocado y que te devora a través de mis ojos.

Igual que en un arrebato me sonrojo como una colegiala, t...

Embrujo

Pero allí estaba yo, voluntaria presa de aquel desconocido por más que fuese un respetable profesional y vistiera un traje importado. No me importaba que me sometiera allí, a la vista de cualquiera que pudiera asomarse a alguna de las ventanas del edificio de enfrente.

Me vanagloriaba de mi seguridad, de esa natural intuición que a lo largo de toda mi vida me había acompañado, de esa facilidad para seducir en el más amplio espectro de la palabra. Siempre había sido consciente de mi belleza aunque no me jactara ni me creyera la reina del mundo. Sabía del efecto que podía producir en los hombres por más que jamás me aproveché totalmente de eso; por mi parte, consideraba que había formas más sutiles y más letales de permanecer en ciertas mentes debiendo confesar que me había...

Sueños Lúbricos

Soy por norma un hombre atildado pero un vez más te has ido. Debería contarte esta experiencia, pero te perdería, me muero por verte de nuevo y soñar por un instante que me tienes en tus lúbricos sueños...

Soy por norma un hombre atildado. No puedo quejarme. Vivo de mi profesión universitaria, tengo una bella y apasionada esposa de origen extranjero y una hija adorable. Soy un hombre afortunado y básicamente exitoso. Disfruto la vida en toda su intensidad o al menos eso es lo que trato de hacer cada segundo de mi existencia. Es lo único que me voy a llevar cuando me toque partir: las sensaciones placenteras y de las otras que he experimentado.

A pesar de de mi compostura, reconozco que dentro mío arde u...