La reacción de Mario

Tras "Cariño, yo también puedo ser tu putita" Sara nos narra la reacción de su marido al conocer a través de esta web su vibrante orgía. No puedes perdértelo.

LA REACCION DE MARIO

(CARIÑO, YO TAMBIÉN PUEDO SER TU PUTITA,2) FINAL

No quiero continuar mi historia sin destacar la positiva acogida que tuvo lo que os narré hace algo más de una semana, cosa que realmente no me esperaba y que os agradezco a todos/as de corazón. Aunque también es cierto que a Mario, mi marido, no le sentó nada bien saber que fue leída por miles de personas, pero qué le vamos a hacer. Internet es así.

Para los que no sepan de qué hablo, permitidme que les ponga minim...

Cariño, yo también puedo ser tu putita

Carta abierta a Mario. Sara, asediada y herida por su marido decide tomar cartas en el asunto... ¿quieres descubrir su historia?

CARIÑO, YO TAMBIÉN PUEDO SER PUTITA

No sé si encontraré las palabras adecuadas para explicar lo ocurrido. Es realmente complicado. Ante todo, querido Mario, debes saber que te quiero y que espero que a pesar de lo que leas a continuación, continúes deseando vivir a mi lado. Sé que eres asiduo a esta página web y que acabarás por tropezarte con este relato, pero es que no sabía como contártelo, como hacerte partícipe de mi experiencia, y el recurrir a un amigo para que me ayudara a redactarlo, y...

Un encuentro fortuito

A veces el sexo es capaz de sorprendernos cuando menos te lo esperas... ¿que no lo crees?.

UN ENCUENTRO FORTUITO

Resulta curioso como el destino puede llegar a jugar con nosotros y depararnos la mayor de las sorpresas. Hay días en los que uno se levanta con la precisa convicción de que terminará la jornada mojando a pleno rendimiento con alguna tía buena y, sin embargo, la concluye hastiado, tumbado sobre el sofá y buscando en la televisión algún canal erótico nocturno para pajearse y pasar el rato.

El sexo es así. Juega con nosotros a su voluntad y nos acosa en los sitios más i...

Un severo castigo

Tras perder su relación, un improvisado voyeurs debe soportar un severo castigo ¿te atreves a leer su historia? No apto para reprimidos/as.

UN SEVERO CASTIGO

Se me antoja complicado empezar esta historia por el lugar idóneo. Pongámos de antemano las siguientes premisas. Para ustedes, estimados lectores, me llamo Oscar, tengo 26 años y trabajo como personal de mantenimiento de un pabellón deportivo. Ya saben, aseo las instalaciones, procuro que todo esté en orden, coloco los marcadores y redes... Respecto al ámbito personal, no tengo pareja estable, por lo menos en estos momentos, y la verdad es que de eso hace ya más de diez mes...