La historia de mi vecina
Empecé a bajar lentamente lamiendo todo su cuerpo, que por el ejercicio estaba salado por el sudor, al llegar a su concha no aguante la emoción y empecé a lamer su tanga, no podía parar, después la hice a un lado, ya humedecida por mi saliva y por los jugos que empezaban a salir de su vagina. Seguí lamiendo desesperado por un buen rato, después, ella me pidió que le metiera mi pene. De inmediato me baje los pantalones y le termine de quitar su tanga.
La historia de mi vecina
Hola quiero contar lo que sucedió con mi vecina, la cual, ahora es mi gran amiga.
Yo siempre la había visto como una de las vecinas solteronas, que no faltaban a las reuniones del edificio, para quejarse del volumen en que los jóvenes escuchaban la música. Siempre la veía vestida muy formal, y eso me hacia verla como una persona seria, con la que no pasaría de un "buenos días". Casualmente nunca la había visto los fines de semana, hasta el día en que coincidimos un...