Loca por mamá
De como las fantasías por mi mamá se volvieron reales.
Loca por mamá.
A mediados de mayo siempre llueve, y esa tarde en especial, la tormenta era inclemente. No había electricidad para la televisión o la radio, no había ni siquiera luz para leer. Presa de la ociosidad tal vez, mi mirada entre la oscuridad buscaba algo en que fijarse, algo que evocara un sueño, pero todo era lo de siempre, inmóvil y silencioso, como siempre lo ha sido en esta casa donde pase mi infancia. Finalmente encontré algo, que si bien también había estado ahí desde siempre, de...